Proyecto: Casa de Campo

Diseñada para disfrutarse durante todo el año, esta vivienda se concibe como un refugio donde la calma y la sofisticación se encuentran en equilibrio. La luz natural inunda los espacios, resaltando la riqueza de los materiales nobles, las fibras naturales y las texturas cálidas que definen su carácter atemporal. Cada ambiente respira armonía, con una estética que combina lo artesanal y lo contemporáneo para crear una sensación de serenidad envolvente.

El interiorismo parte de una paleta de tonos neutros, acentos terracota y matices naturales que evocan el paisaje exterior. Los tejidos con rayas y estampados geométricos aportan dinamismo, mientras la madera y los elementos de rejilla refuerzan la conexión con lo orgánico. Los detalles cuidadosamente seleccionados —una lámina artística, un tapiz con historia, piezas de artesanía y mobiliario ligero— enriquecen la atmósfera y dotan a cada rincón de personalidad propia.

Inspirada en la esencia mediterránea, la casa fluye hacia el exterior con naturalidad: un porche luminoso frente a la piscina invita a disfrutar del entorno con los cinco sentidos. En conjunto, el proyecto refleja una visión del interiorismo donde la sencillez adquiere un aire sofisticado, la naturaleza se integra en la vida cotidiana y cada detalle está pensado para vivir con equilibrio, belleza y calma.