Un dormitorio con personalidad y armonía
En esta intervención, hemos creado un espacio sofisticado y acogedor, donde las texturas y los contrastes juegan un papel fundamental.
El punto de partida es un papel pintado texturizado con un patrón geométrico en tonos neutros y negros, que añade profundidad y dinamismo a las paredes. Para equilibrar la composición, hemos incorporado lámparas suspendidas de rafia, aportando un toque natural y envolvente que suaviza el conjunto.
Las mesitas de noche en madera, con un delicado frente de palillería y estructura en negro, complementan la estética del dormitorio, manteniendo la coherencia con el cabecero tapizado en tono neutro con vivo en negro, un detalle que realza la elegancia del diseño.
Los textiles juegan un papel clave para aportar calidez y textura:
- Cojines en tonos ocres con estampado de garzas, que introducen un sutil guiño natural.
- Un cojín alargado con rayas blancas y negras, que aporta dinamismo visual.
- Una colcha blanca con cuadrantes, que refuerza la luminosidad del espacio.
- Un plaid en ocre, perfecto para añadir contraste y un aire acogedor.
El resultado es un dormitorio con carácter, equilibrio y un diseño atemporal, que invita al descanso y refleja una fusión de elegancia, naturalidad y confort.





